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Ogiek

Ogiek

Chepkitale, Kenya

 
 
 

Varias comunidades Ogiek de Chepkitale, un área situada en el bosque del Monte Elgon en el oeste de Kenia, afiliadas a CICADA a través del Chepkitale Indigenous Development Project (CIPDP) y el Forest Peoples Programme (FPP), se han involucrado al nivel internacional para compartir sus luchas con desalojos forzosos debido a iniciativas nacionales de conservación, así como a la creación de reservas de caza.

Desde la época colonial, las comunidades se han enfrentado a medidas de exclusión guiadas por el pensamiento conservacionista moderno. En la década de 1930, se crearon reservas forestales alrededor del monte Elgon, lo cual resultó en el desplazamiento de un número importante de hogares Ogiek en una «reserva nativa», que representa solo una pequeña porción del territorio ancestral Ogiek alrededor del bosque.

El Parque Nacional del Monte Elgon. Fuente: https://www.theguardian.com/global-development/2016/aug/18/kenyas-ogiek-people-are-seeing-their-land-rights-brutalised

Después de la independencia de Kenia en 1963, la tutela del bosque del monte Elgon permaneció en manos del gobierno. De tal manera, en 1968, se fundó el parque nacional del Monte Elgon, además de dos reservas forestales y una reserva de caza, de nuevo fundadas bajo principios excluyentes hacia las actividades tradicionales de cazadores-recolectores Ogiek .

Peter Kitelo, socio de CICADA, representante del CIPDP y conferencista en la reunión de CICADA en 2016, comenzó su trabajo de defensa contra los desalojos forzosos en 2000, cuando se hizo evidente para él que las autoridades estaban tratando de obstruir las reuniones enfocadas en la problemática de los derechos de tierra. Él explica en la reunión de 2016:

«En la mañana, estaba organizando la reunión con un amigo mío […] y obtuvimos todas las licencias necesarias para las reuniones públicas. Pero en esa mañana, cuando íbamos al lugar de la reunión, descubrimos que alrededor de, creo, no menos de 70, eran como cien, policías paramilitares habían venido a ocupar el lugar y nos dijeron, [ …] ‘no van a hacer la reunión’.(In the morning, I was organizing the meeting with a friend of mine […] and we had gotten all the licenses that are required to do public meetings. But in that morning, when we were going to the venue we found out that around, I think, no less than 70, it was about a hundred, paramilitary police had come and occupied the place and […] actually we were told, […] ‘you are not going to do the meeting’.)«

 
 
 
Fue entonces cuando Kitelo se dio cuenta de que su lucha lo llevaría más allá de las reuniones públicas. Como solución a la oposición de las autoridades frente a la resistencia Ogiek, Kitelo y sus socios decidieron defender sus acciones colectivas a través de la creación institucional de la CIPDP. Un papel crucial de la organización es legitimar las prácticas tradicionales y el territorio Ogiek a través de la redacción de documentos comunitarios oficiales y mapeos comunitarios. Tales estrategias les han permitido reclamar soberanía en un lenguaje que entienden las autoridades gubernamentales. En el 2013, la comunidad de Chepkitale se reunió para documentar oficialmente sus estatutos consuetudinarios, permitiéndoles existir en un espacio normalmente opresivo y burocrático.

Peter Kitelo del CIPDP. Fuente: http://enb.iisd.org/rri/sclrr/

El trabajo de Kitelo también se centra en la protección constitucional de los medios de vida tradicionales Ogiek. Su compromiso activista, que empezó en el 2000, fue un período que Kitelo describe como «una época de creación constitucional en Kenia», permitiendo a los grupos de defensa de expresar su opinión sobre la creación de nuevas cláusulas en la constitucion que consideren más seriamente las luchas indígenas por la tierra.

«Fue un momento oportuno porque ese fue el momento en que terminamos involucrándonos en el proceso constitucional y logramos obtener […] una mención [en la constitución] que habla de tierras ancestrales y tierras tradicionalmente ocupadas por cazadores-recolectores.(It was an opportune time because that was the time we ended up engaging with the constitutional-making process and we managed to have [..] one line [in the constitution] talking about ancestral lands and lands traditionally occupied by hunter-gatherers).

 

Hoy, la lucha de Kitelo está lejos de terminar. Los hogares Ogiek todavía enfrentan amenazas de desalojo y de quema de sus casas y pertenencias por las autoridades del gobierno, incluso durante los momentos de negociación. Kitelo y el CIPDP están recurriendo a acciones legales para detener los desalojos forzosos en tierras ancestrales.

Justin Kenrick y personal del FPP con miembros de la comunidad Ogiek. Fuente: https://www.justgiving.com/fundraising/justin-kenrick

Justin Kenrick, del Forest Peoples Programme, se hizo eco de las palabras de Kitelo en la reunión de CICADA 2016 al afirmar que «los gobiernos no protegen los hábitats. Pero esa es la historia que nos cuentan. Que el precio que toca pagar es el de los derechos humanos.(governments are not protecting habitats. But that’s the story that we’re told. That we have to pay the human rights price.)«. El FPP comenzó a trabajar con los Ogiek cuando resurgieron amenazas de desalojo en 2011 después de que miembros de la comunidad siguieran regresando a sus propias tierras en Chepkitale.

Kenrick está de acuerdo con el sentimiento de Kitelo de que la principal lucha que afecta a las poblaciones locales es la seguridad de la tenencia, que se ve amenazada por los esfuerzos nacionales e internacionales para conservar y proteger parcelas de tierra de sus propios habitantes. Por esta razón, el FPP hizo un llamamiento a la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) para que pilotee el Mecanismo de Whakatane : una evaluación de los impactos negativos de los proyectos de conservación sobre las poblaciones locales. Aunque la evaluación concluyó que «los Ogiek tienen una relación positiva con su entorno natural, e indicó que las estructuras de su comunidad, su presencia y sus medios de vida contribuyen a proteger el bosque, el páramo y la fauna», los desalojos forzosos continúan en Chepkitale. Sin embargo, se ha notado un impacto para las comunidades Ogiek en otras localidades, ya que la Corte Africana ha «declarado categóricamente que el Bosque Mau es el hogar ancestral Ogiek.»


SABER MÁS:
 

Centro para la Conservación Indígena y las Alternativas de Desarrollo