Los manejos, decisiones y prácticas de las comunidades a menudo conducen a la conservación de los hábitats, las especies, la diversidad genética, de las funciones ecológicas y de los valores culturales asociados, incluso cuando el objetivo consciente del manejo no es la conservación per se; por ejemplo, los objetivos pueden ser los medios de vida, el bienestar, la seguridad, o la salvaguarda de los lugares culturales y espirituales. Como un enfoque alternativo al enfoque occidental de la conservación, en el cual la población local es reubicada fuera de los límites del parque, la conservación basada en la comunidad fomenta la administración local, mejora la participación y la capacidad local, e integra las prioridades culturales, espirituales, sociales y ambientales.